Reseña #10 // El hijo de Neptuno

lunes, 8 de diciembre de 2014

Luego de vivir con Jason, Piper y Leo aventuras en busca de la liberación de Hera, nos llega la historia del otro lado, a varios kilómetros del campamento mestizo, la historia de Percy Jackson, y cómo llegó al campamento romano, en la segunda entrega de Rick Riordan con el libro El hijo de Neptuno que cuenta con 455 de una clase griega y romana muy interesante.


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TRES AMIGOS.
UNA MISION DE LOCOS.
Y UN ENEMIGO CON PODERES SOBREHUMANOS.
“¿A qué juegan los dioses del Olimpo? Gea, la madre Tierra, está despertando a un ejército de monstruos para acabar con la humanidad… y ellos se entretienen mareando a los semidioses, los únicos que pueden derrotar sus perversos planes. Ahora han mandando a Percy al campamento Júpiter casi sin recuerdos y con la inquietante sensación de que él, el griego, es el enemigo. Por suerte, contará con el apoyo de Hazel, una chica nacida hace más de ochenta años, y de Frank, un muchacho que todavía no sabe muy bien cuáles son sus poderes (ni si los tiene). Juntos deberán emprender una peligrosa expedición para liberar a Tánatos, el dios de la muertes, de las garras de un gigante…”
Reseña

Percy al igual que Jason (en El héroe perdido) perdió la memoria por culpa de Hera, quien en esta ocasión la conoceremos como Juno.  El hijo de Neptuno pone una inquietud bastante fuerte que es el hecho de que los dioses y los semidioses romanos son diferentes a los griegos, lo que va a causar un desentendimiento importante para Percy, ya que por más que haya perdido la memoria,  su sangre griega lo hace ser catalogado como un enemigo para el campamento Júpiter sin poder refutar con hechos claros esto, por la falta de memoria. En este libro hará nuevos amigos, entre ellos Hazel y Frank, quienes lo ayudarán en una de las tareas más difíciles que le ha tocado hasta ahora y que es solo el principio para el largo camino que viene por delante, para detener a Gea quien tiene la intención de causar un mismo y gran caos tanto para los romanos como para los griegos.
Hazel y Frank van a ir descubriendo más sobre sí mismos, como fue el caso de Leo y Piper en el primer libro y aquí nos encontraremos con sorpresas bastantes llamativas. La clase que nos da Riordan de Roma es increíble y nos hace entender más claramente puntos sueltos que quedaron de la primer parte de la saga de Percy Jackson. Los toques de humor, tristeza y comprensión no faltan en ningún instante.

El hijo de Neptuno me gustó mucho más que el primer libro y espero de todo corazón  que La marca de Atenea, supere a éste con gran ímpetu.


Puntuación 8/10 para El hijo de Neptuno.