Una vez más llegó esa lucha entre
el “deber”
y el “poder”. No debería estar escribiendo esto, pero no puedo irme
a estudiar para un parcial como si no haya visto o vivido nada. Lo cierto es
que como me viene pasando ya hace varios años, cada vez que termino de ver una
película de Nolan, termino más
chapita de lo que estoy. Ojo, que esto es terriblemente peor cuando encima la
veo en el cine y aprecio el film desde otro punto de vista. Porque digan lo que
digan hay películas que se ven en el cine y es ahí, solo ese espacio, donde la
podes explotar e investigar sus restos para hacer un examen detallado. Esto
fue lo que me pasó ayer, cuando tuve mi viaje
interestelar en la butaca del Village Caballito al momento de sentarme por
dos horas y cuarenta/cincuenta minutos, para ver una de las mejores obras que
hizo Christopher Nolan hasta el momento.
Podría decir que entré un poco
bajoneada porque tenía que verla en español (y
es que cuando te acostumbras a ver películas subtituladas le agarras un gustito
bastante importante), o que estaba en estado “arácnido-alerta” ya que poco y nada
se sabía de Interestelar (Interstellar, noviembre
2014) hasta hace unos pocos meses donde un nuevo tráiler empezó a hablar de
más sobre este viaje al pasado que hizo Nolan en su propia historia, y que
trajo al presente ese deseo oculto, esas ganas de llevar a la pantalla grande
una nueva obra de arte, hecha como él quiso (por
más que tuvo que luchar contra los sistemas digitales) , a sus tiempos, con
los actores fetiches, y con algunas visitas nuevas que hicieron su trabajo de
una forma muy especial. No todos tienen la voluntad de sentarse y mirar de cabo
a rabo una película de Nolan que dura mucho tiempo (a excepción de Batman… porque es Batman), y cuando hablo de esto,
me refiero a El origen (Inception, julio 2010), ya que me ha
pasado de escuchar y leer comentarios sobre lo extensa de la película, las idas
y vueltas, y acerca de cómo se pierden en el film y terminan aburridos. No
todos pueden apreciar la obra de arte de Nolan. Es difícil escribir siendo
objetiva porque… es Nolan, y para mí, es uno de los mejores directores de cine
contemporáneo que estamos teniendo.
Interestelar es caprichosa. Es
ambiciosa. Es difícil de explicar. Es una película que no tuvo mucha
repercusión antes de salir, no se supo mucho, solo lo justo y necesario para
comerte un poco la cabeza y querer sentarte apenas se estrene a ver qué carajos
hizo esta vez Christopher. Luego del estreno acá en Argentina leí ciertas
reseñas, y una parte que me llamó la atención, fue lo que dijo Chandler de
cines argentinos: “Se que no será una
película del agrado de muchos, pero yo la disfruté, me emocioné y me quedé
quieto casi tres horas en una sala de cine, y eso no es algo que me pase muy
seguido últimamente.” Es una apuesta compleja por parte del director, que
no muchos van a apreciar, pero que a mí me llegó muy profundo y que me va a
hacer hablar lo justo y necesario hoy, para ver si alguien lee esto y le agarra
curiosidad para ir al cine.
Reseña de la peli
El planeta Tierra se encuentra en
su estado más devastador y es tan solo el principio de la destrucción, que
traerá un camino difícil para la raza humana que lo habita. Interestelar
muestra un futuro en donde la universidad solo existe para unos pocos ya que no
se necesitan ingenieros, ni científicos, únicamente se necesitan granjeros que produzcan
comida para poder subsistir y resistir el problema climático. Cooper (Matthew McConaughey) es un viudo con
mucha onda, ex piloto, ingeniero y granjero, que lo único que quiere es un buen
futuro para sus hijos. Su hijo mayor ya lleva el plasmado el destino de
granjero, pero su hija menor Murphy (Mackenzie
Foy), sacó las ganas de meterse en problemas y la curiosidad innata de su
padre, y tiene todas las fichas de tener un futuro con la ciencia. Sin embargo
antes de llegar a hablar del futuro, hay que centrarnos en el presente devastador
que están viviendo.
Mediante la curiosidad de Murphy, la ayuda de la gravedad y un fantasma, ella y su padre descubren un asentamiento
de la NASA que le va a traer a Cooper una oferta muy difícil de rechazar:
alistarse a un viaje interestelar, en busca de un planeta que tenga todos los
recursos necesarios para trasladar la vida humana. Cooper en plan de salvar la
vida de sus hijos, no puede decir que no a tan llamativa oferta, por más que le
cueste la desilución de su hija al abandonarlos.
Mucha historia en el espacio en
donde la desesperación, desilusión, las falsas esperanzas y tristezas, le
juegan un desafío complejo y difícil a los científicos a bordo de la nave, donde los actores se encuentran con diferentes situaciones en las que
el tiempo está corriendo con gran velocidad y se hace cada vez más difícil pensar con la cabeza y no con el corazón. Mientras tanto en la Tierra,
Murphy sigue esperando a su padre con mucha tristeza, trabajando
para la Nasa.
Es una historia fuerte con
respecto a la relación de Cooper y Murphy, una relación de padre-hija que te
rompe el corazón en diferentes situaciones. Él deja todo para buscarle un
futuro mejor, y ella no quiere vivir sin él. Nos encontramos con una película que nos lleva por
diferentes situaciones, diferentes espacios, diferentes señuelos, que requiere
la atención del espectador en todo momento para no perder detalle. Y al igual
que Inception, es una película que necesita que estemos atentos a las idas y
vueltas del tiempo.
La historia de salvar el planeta
Tierra por causa de la destrucción, que está sufriendo la misma, es una vieja
conocida para el cine, sin embargo es interesante ver cómo se desarrolla la
historia de este padre y esta hija y como el amor de ambos puede ser la única
esperanza para el futuro.
- Sin pensar con la cabeza y sí mucho con el corazón mi puntaje para la película va a ser de 9/10.