En el día de hoy tengo que hablar
de dos tópicos importantes para lo que viene a ser el blog. Tengo el agrado de
contarles que después de un año de trabajo en este espacio, intentando de a
poquito mejorar y conectarme con otros lectores del medio, se hizo posible la
primer colaboración con una editorial, por eso mismo quiero agradecer a la
editorial Urano, por empezar a colaborar con el blog y sobretodo darme una gran
oportunidad en este camino literario.
El primer libro que me dieron para elegir
fue Efímera de Lauren Destefano, que pertenece a la trilogía del Jardín
Químico. Llegué a este libro por diferentes reseñas que leí por acá y ya tengo
ganas de sumergirme en la lectura de él. Gracias nuevamente a la editorial.
Por otro lado, y con un aire más
triste, me siento en un deber moral hablar un poco de la muerte de Eduardo
Galeano, que me sorprendió hoy en medio de mi jornada en la universidad. No
puedo hablar desde el lado de una verdadera fan de sus libros, ya que tan solo
leí uno y es el cual reseñé hace pocos días. Sin embargo es de público
conocimiento las obras que elaboró y en las cuales puso todo su empeño. Este
periodista y escritor, este amo de las palabras crudas, verdaderas, frívolas,
que a mi en Patas Arriba me acercaron a una realidad que a veces es difícil de
ver con los ojos cotidianos, pero que cuando nuestros ojos se dejan llevar por
las palabras que leemos en un buen libro, nos transportan a otro mundo.
Creo que era importante darle un
reconocimiento, en este pequeño espacio, en honor a uno de los más grandes de
la literatura latinoamericana. Ningún país latinoamericano es potencia mundial,
ni somos países ricos, ni tenemos las mejores políticas de estado, pero sí hay
que reconocer que nuestros escritores, llegaron más allá de lo esperado.