Tortugas Ninja

martes, 9 de septiembre de 2014



Que vuelvan los dibujos animados a la pantalla grande, o que vuelvan pero en formato de humanos (no de dibujitos), es como pedir que “vuelvan los lentos”. Los más grandes los extrañan y reclaman por una franquicia que valga la pena, que no sean puros dólares, que vengan debajo del brazo con esa esencia que vivieron de chicos. Ese espíritu pícaro de niño. Los más chicos por otro lado tienen esa cosa de que instantáneamente ven algo con mucho brillo, peleas, y personajes para elegir y jugar interpretándolos, y se vuelven los fanáticos consumidores de todo tipo de cosas (desde juguetes, figuritas hasta ropa) que la industria quiere.  Y que a los padres les dan dolores de cabeza. Pasó con Marvel. Pasó con Batman. Hoy por hoy pasa con Las Tortugas Ninjas. Estas historias se saltean algunas generaciones, pero siempre vuelven. Los grandes lo piden. Los adolescentes se enganchan. Los nenes se vuelven locos. Son esas vueltas a las pantallas que se disfrutan, siempre y cuando estén bien hechas, y que si la pegan, empiezan a revolucionar el mundo de la industria hollywoodense, hasta que la explotan y luego empieza a dejar que desear, hasta desaparecer y esperar algunos años para volver, con un armamento pesado. 

Hace varias semanas ya se estrenó la peli de Las Tortugas Ninja y este fin de semana que pasó su servidora la fue a ver, por eso hoy hablaremos de ello:



La historia de la película comienza con April O'Neil (Megan Fox) una periodista de Nueva York en busca de su gran nota que la haga salir del periodismo banal y aburrido que venía realizando. Allí, su enamorado camarógrafo Vernon Fenwick (Will Arnett) la sigue a todos lados, menos cuando April decide encontrar información de El Clan (una asociación rara que viene metiendo quilombo en la Gran Manzana). Enfrentando a todo el mundo que no le creía, April llega a encontrar la fuente de monedas al final del arcoíris: llega a localizar a las Tortugas Ninja, esos guardianes secretos que venían arruinando los planes de El Clan y que nadie sabía quiénes eran. Esto lo logra luego de ir a un cargamento en medio de la noche y ver con sus propios ojos, cómo unas criaturas luchaban del lado enemigo con el Clan. Además fue rehén de éstos últimos, al buscar información en el momento en que tomaron rehenes en el subte con la intención de capturar a las Tortugas (no se ilusionen que no tomaron el subte A). Luego de agarrar infraganti a los adolescentes quelonios y sacarles fotos, éstos optan por borrarle la información del teléfono para luego darle paso a esa especie de amenazas para que April no suelte la lengua, entre las indirectas de Miguel Ángel que le tira los palos, y algún que otro quelonio que no puede creer que estén tan cerca de una mujer. 

Sin embargo April no se da por vencida y empieza a recordar cosas sobre “El Proyecto Renacimiento”, del cual su padre y el mejor amigo de éste Eric Sacks (William Fichtner) fueron los pioneros, mientras que ella de pequeña filmaba y ayudaba. Tal fue así que colaboraba alimentando a las pequeñas tortugas con pizza. ¿Pura casualidad? No lo creo. Todo el meollo de la situación comienza por la incertidumbre de April y esa sed de buscar información y encontrar la verdad, tal es así la cosa que vuelve a arrastrar con ella a Fenwick, para que la ayude en su misión. 

 

__________________________________________________________________________________________________________ Donatello, Miguel Ángel, Rafael y Leonardo son increíbles. Desde el punto de vista físico (lo heavy que son) hasta sus personalidades, los diálogos, la destreza, el todo de ellos. Lamento no decir lo mismo de Splinter, por más que esté hecho muy bien, yo como mujer me morí de asco, es una rata asquerosa. Visualmente es una película que tiene grandes cosas, buenos efectos especiales, interesantes y graciosos diálogos y que recae en ser una vuelta a la era de oro de los quelonios, y no una franquicia que tiene la cara femenina de una femme fatale, y que mecha escenas sexys. Megan Fox interpreta un buen papel y se la ve sencilla y linda. La historia transcurre rápido y debo confesar que hace mucho que una película no se me pasaba tan rápido en el cine.  Aunque hoy por hoy debo admitir que tal vez si la hacían más larga, iba a resultar más pesada o no tan interesante como me resultó. Así llegué al punto de que los 100 minutos de duración hacen de ésta una de las primeras grandes adaptaciones a la pantalla grande de las Tortugas, que explota los efectos especiales y que vale la pena ver con la intención de: reirse, divertirse y preocuparse por sus caparazones. 

  • Puntuación de 7/10 para la peli.




Natalia Beroiz