Interestelar (Interstellar)

domingo, 9 de noviembre de 2014



Una vez más llegó esa lucha entre el “deber” y el “poder”. No debería estar escribiendo esto, pero no puedo irme a estudiar para un parcial como si no haya visto o vivido nada. Lo cierto es que como me viene pasando ya hace varios años, cada vez que termino de ver una película de Nolan, termino más chapita de lo que estoy. Ojo, que esto es terriblemente peor cuando encima la veo en el cine y aprecio el film desde otro punto de vista. Porque digan lo que digan hay películas que se ven en el cine y es ahí, solo ese espacio, donde la podes explotar e investigar sus restos para hacer un examen detallado. Esto fue lo que me pasó ayer, cuando tuve mi viaje interestelar en la butaca del Village Caballito al momento de sentarme por dos horas y cuarenta/cincuenta minutos, para ver una de las mejores obras que hizo Christopher Nolan hasta el momento. 

Podría decir que entré un poco bajoneada porque tenía que verla en español (y es que cuando te acostumbras a ver películas subtituladas le agarras un gustito bastante importante), o que estaba  en estado “arácnido-alerta” ya que poco y nada se sabía de Interestelar (Interstellar, noviembre 2014) hasta hace unos pocos meses donde un nuevo tráiler empezó a hablar de más sobre este viaje al pasado que hizo Nolan en su propia historia, y que trajo al presente ese deseo oculto, esas ganas de llevar a la pantalla grande una nueva obra de arte, hecha como él quiso (por más que tuvo que luchar contra los sistemas digitales) , a sus tiempos, con los actores fetiches, y con algunas visitas nuevas que hicieron su trabajo de una forma muy especial. No todos tienen la voluntad de sentarse y mirar de cabo a rabo una película de Nolan que dura mucho tiempo (a excepción de Batman… porque es Batman), y cuando hablo de esto, me refiero a El origen (Inception, julio 2010), ya que me ha pasado de escuchar y leer comentarios sobre lo extensa de la película, las idas y vueltas, y acerca de cómo se pierden en el film y terminan aburridos. No todos pueden apreciar la obra de arte de Nolan. Es difícil escribir siendo objetiva porque… es Nolan, y para mí, es uno de los mejores directores de cine contemporáneo que estamos teniendo.  


Interestelar es caprichosa. Es ambiciosa. Es difícil de explicar. Es una película que no tuvo mucha repercusión antes de salir, no se supo mucho, solo lo justo y necesario para comerte un poco la cabeza y querer sentarte apenas se estrene a ver qué carajos hizo esta vez Christopher. Luego del estreno acá en Argentina leí ciertas reseñas, y una parte que me llamó la atención, fue lo que dijo Chandler de cines argentinos: “Se que no será una película del agrado de muchos, pero yo la disfruté, me emocioné y me quedé quieto casi tres horas en una sala de cine, y eso no es algo que me pase muy seguido últimamente.” Es una apuesta compleja por parte del director, que no muchos van a apreciar, pero que a mí me llegó muy profundo y que me va a hacer hablar lo justo y necesario hoy, para ver si alguien lee esto y le agarra curiosidad para ir al cine.


Reseña de la peli
El planeta Tierra se encuentra en su estado más devastador y es tan solo el principio de la destrucción, que traerá un camino difícil para la raza humana que lo habita. Interestelar muestra un futuro en donde la universidad solo existe para unos pocos ya que no se necesitan ingenieros, ni científicos, únicamente se necesitan granjeros que produzcan comida para poder subsistir y resistir el problema climático. Cooper (Matthew McConaughey) es un viudo con mucha onda, ex piloto, ingeniero y  granjero, que lo único que quiere es un buen futuro para sus hijos. Su hijo mayor ya lleva el plasmado el destino de granjero, pero su hija menor Murphy (Mackenzie Foy), sacó las ganas de meterse en problemas y la curiosidad innata de su padre, y tiene todas las fichas de tener un futuro con la ciencia. Sin embargo antes de llegar a hablar del futuro, hay que centrarnos en el presente devastador que están viviendo. 

Mediante la curiosidad de Murphy, la ayuda de la gravedad y un fantasma, ella y su padre descubren un asentamiento de la NASA que le va a traer a Cooper una oferta muy difícil de rechazar: alistarse a un viaje interestelar, en busca de un planeta que tenga todos los recursos necesarios para trasladar la vida humana. Cooper en plan de salvar la vida de sus hijos, no puede decir que no a tan llamativa oferta, por más que le cueste la desilución de su hija al abandonarlos. 

Mucha historia en el espacio en donde la desesperación, desilusión, las falsas esperanzas y tristezas, le juegan un desafío complejo y difícil a los científicos a bordo de la nave, donde los actores se encuentran con diferentes situaciones en las que el tiempo está corriendo con gran velocidad y se hace cada vez más difícil pensar con la cabeza y no con el corazón. Mientras tanto en la Tierra, Murphy sigue esperando a su padre con mucha  tristeza, trabajando para la Nasa.

Es una historia fuerte con respecto a la relación de Cooper y Murphy, una relación de padre-hija que te rompe el corazón en diferentes situaciones. Él deja todo para buscarle un futuro mejor, y ella no quiere vivir sin él. Nos encontramos con una película que nos lleva por diferentes situaciones, diferentes espacios, diferentes señuelos, que requiere la atención del espectador en todo momento para no perder detalle. Y al igual que Inception, es una película que necesita que estemos atentos a las idas y vueltas del  tiempo.



La historia de salvar el planeta Tierra por causa de la destrucción, que está sufriendo la misma, es una vieja conocida para el cine, sin embargo es interesante ver cómo se desarrolla la historia de este padre y esta hija y como el amor de ambos puede ser la única esperanza para el futuro.


  • Sin pensar con la cabeza y sí mucho con el corazón mi puntaje para la película va a ser de 9/10.