Buenas noches/madrugadas loquitos de freakylandia! Acá Khaleesi Geek, reportándonos desde el más allá!
Como siempre les pedimos, sepan disculpar las tardanzas entre post y post,
pero siempre arrancamos cada año como para comernos el mundo
y después de Julio apenas si podemos arrastrarnos, como Hugh Jackman en "Logan".
Para que entiendan, como es costumbre, así como cada 31 Octubre en Estados Unidos todos se disfrazan para Halloween, así como cada 30 de Agosto en España hacen la Tomatina y se bañan en salsa... todas las previas al 9 de Agosto (su cumpl... cof cof...) la editora de este Blog folclóricamente se engripa y agarra un ataque de alergia indomable. Por esta razón es que tomo la posta y vengo a dejarles mi humilde huellita. Así que aquí estoy una vez más, para traerles mi nunca objetiva opinión de "Dunkerque". A por ello, marino!
Terco
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Voy a empezar por el final. No por el final de la película (prometo no spoilear nada), sino por lo que debería ser el final de esta reseña. "Dunkerque" es mi candidata al premio mayor de la Academia (entiéndase por el Oscar a la Mejor película). ¿Por qué? Sencillo. Porque el todopoderoso Christopher Nolan logró algo que hasta ahora nadie había podido conseguir: Transformar una película bélica, en un guión dramático que sumerge al espectador en una verdadera psicosis de guerra, sin la extrema necesidad hollywoodense de que haya balas y sangre por doquier, en todo momento.
El primer punto fuerte del film está en la óptica del guión. Contada desde tres distintos ángulos (agua, tierra y aire), y con un suave coqueteo de elipsis temporal, nos toparemos con un libreto sencillo, que se hace fuerte en los detalles, más que en los efectos o las actuaciones.
¿La historia? Conocida. Finales de Mayo de 1940. Plena Segunda Guerra Mundial. Los nazis acorralan a las fuerzas francesas, belgas e inglesas en la costa de Dunkerque. A cargo del comandante en jefe de la Fuerza Expedicionaria Británica John Vereker Gort, la Operación Dínamo se inició con la idea (de Winston Churchill) de por lo menos recuperar a 30.000 de sus soldados allí atrapados, para reagrupar sus fuerzas en la costa británica. Pero apoyados en la ayuda marítima de civiles, lograron salvar a más de 300.000 combatientes.
Entre estos detalles mencionados, destacan la labor de dos personas específicas: Hans Zimmer y Richard King. Ustedes preguntarán ¿quiénes son? Pues son los encargados tanto de la banda sonora, como los efectos de sonido de la cinta. Envolventes, abrasivos, son el pilar fundamental de esta historia que no requiere de demasiados diálogos para llegar a donde quiere.
Las actuaciones cumplen al pie de la letra, sin pecar de excesivas o escasas. Tommy y Alex, soldados en tierra (Fionn Whitehead y Harry Styles), son dos muchachos que crecieron de golpe y solo quieren regresar a casa. Collins y Farrier (Jack Lowden y el enorme Tom Hardy) representan a la Fuerza Aérea Británica que se cargó a hombro la defensa de toda la operación desde el cielo. Y el señor Dawson (Mark Rylance) es, junto a su hijo y su mejor amigo, el personaje que aporta su grano de arena desde su pequeña embarcación. Mención aparte para Cillian Murphy ("Batman: The Dark Knight", "Inception", "Transcendence"), cuyo papel de un soldado anónimo con un transtorno de estrés post-traumático es realmente brillante.
En el transcurso de los 106 minutos (aunque parezca poco tiempo, es el exacto) nos toparemos con algunas muertes fuertes desde lo sentimental, más que desde lo gore; con una sensación de abandono que recorre constantemente la espina; y con el filo de la guadaña de la parca rozando nuestras cabezas en todo momento. Y es que uno no puede sentirse exento de lo que sucede. El relato está tan bien encarado, que uno prácticamente se siente parte de lo que se está viviendo en la pantalla.
Puntuada en IMDb con un 8.5/10; en SensaCine con un 4.2/5; y en Cines Argentinos con un 8.1/10, estamos frente a lo que la prensa especializada ha catalogado como la mejor película de Nolan hasta la fecha, y la que probablemente le termine por dar el reconocimiento que se merece en la gran gala de premiación. Quizá, al igual que con Di Caprio, al serle tan esquiva esta mención, la Academia termine por congraciarlo (ya sin forma de decirle que NO), pese a que desde Khaleesi Geek consideramos que ya desde "Memento" (2000), "Batman: El Caballero de la Noche" (2008) y sobre todo en "El Origen" (2010) merece la estatuilla dorada.
Sin agregar más, estamos en presencia de uno de los puntos fuertes de la pantalla grande de este 2017. Hasta ahora, encabeza mi lista de favoritas del año. Y dudo que alguna la supere. Corran a verla!
