La realidad
actual trata sobre el hecho de que todavía intento encontrar mi lugar en la
tierra y además busco entender mi fanatismo por Marvel. Ojo, no es que esté
llena de sus comics (ojalá!), tampoco
me sé la historia de absolutamente todos los personajes, ni de sus hijos, ni de
los hijos de sus hijos, ni de los hijos de los hijos de sus hijos, y ya creo
que entendieron hacia dónde apunto. La realidad es que espero con mucha
ansiedad, siempre, el estreno de alguna nueva película basada en alguna historia
aleatoria de los superhéroes preferidos del momento; estoy atenta a las alertas
que el Dr. Internet nos trae constantemente acerca de nuevos posibles
proyectos, como es así también la oportunidad de ver algunas fotografías de los
rodajes; y ni hablar del momento en que anuncian un nuevo actor que se
introduce para laburar en este mundo tan extenso y lleno de sorpresas… Es
decir, seamos sinceros, todos nos quedamos con la boca abierta cuando nombraron
a los nuevos actores que van a
interpretar a los 4 Fantásticos. Me atrevo a rescatar únicamente a Kate Mara (que si prestaron atención hace una
participación rápida en Iron Man 2, cuando Tony está yendo al auto con Happy,
ella es una periodista que le entrega a Tony unas fotos) la cual se ganó mi
respeto en House of Cards, el resto me parece que iban al casting de AHS Freak
Show pero siguieron de largo. Aunque siempre termino diciendo lo mismo: espero
que me sorprendan.
Entre las
malditas vacaciones de invierno que hacen que los niños salgan cual plaga de
dengue por la ciudad en verano, más los problemas gremiales con los cines, y
por último súmenle que hice una especie de “trato” con mi hermano de 10 años,
el cual tiene una cláusula de llevarlo siempre a ver las pelis de Marvel,
se me terminaron pasando unas semanitas,
pero por fin pude sentarme en la butaca cómoda que tiene el Village, y
disfrutar de Guardianes de la Galaxia (Guardians
of the Galaxy,2014). La verdad es que tengo varias cosillas por decir, así
que yo que ustedes voy agarrando unas Pringles…
122 minutos es
la duración de esta nueva cinta cinematográfica que lleva en sus hombros el
peso de una de las industrias más importante de los últimos siete años. Hay que
hablar con franqueza: cuando se estrenó Iron Man 1 nunca pensamos que íbamos a
llegar a esta situación. Lo cierto es que ya han pasado catorce años del nuevo
milenio, y las generaciones cambian. Los púber quieren cosas nuevas, y los más
pequeños necesitan arrastrar a los padres al consumismo extremo. El día que fui
a ver al Sr. Tony Stark al cine no me
imaginaba que después se iba a desencadenar una fiebre marvileña por doquier
logrando que volvieran viejos nombres a la pantalla grande: Thor, El Capitán
América, Spider Man, X-men, Avengers, Guardianes de la Galaxia. Éste último nombre
es el que suena con peso en los últimos meses. En Argentina se estrenó a fines
de Julio y el público los recibió con los brazos abiertos.
Peter Quill es
tan solo un niño cuando debe pasar por la dolorosa muerte de su madre y queda
sumergido en el mundo de la música de los ’80 gracias a compilados de canciones
que ella le regaló, y bajo el cuidado de su abuelo. Sin embargo al momento de producirse
la pérdida, Peter sale corriendo, gritando y llorando del hospital, y una vez
fuera es secuestrado por una nave espacial. Veintiséis años después, el joven Peter
Quill (Chris Pratt) deja de ser él
mismo para transformarse de a poco en Star Lord. Su vida como ladrón lo lleva a
encontrarse con un par de quilombos dentro del mundo galáctico, con titanes que
tienen un poder de la puta madre, y con otros marginados y perdedores de la
vida, que tienen el mismo destino que él: ser los Guardianes de la Galaxia.
Gamora, galáctica verde interpretada por Zoe Saldan (quien saca a relucir unos movimientos que Scarlett Johansson debería
envidiar, al momento de hacer de Black Widow), viene a ser ese condimento
femenino y amoroso que la película necesita. En esta aventura también cuentan
con: Rocket (mapache modificado bajo
tecnología no-humanoide, con la voz del sexy de Bradley Cooper), Groot (un árbol con piernas que se la re banca, y que lo único
que dice es “I’m Groot” o “Yo soy Groot”, quien poseyó vida gracias a la voz
del grandulón Vin Diesel, que por cierto me genera dudas sobre cuántos miles
ganó por decir un par de palabritas), y
Drax “El destructor” (interpretado por Dave Bautista, quien hace de uno de esos
grandulones que salieron de 100% Lucha). Esta extraña recopilación de héroes y
anti-héroes, que parece buscar más matarse entre sí que otra cosa, es la
encargada de atentar en contra del malvado Ronan.
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Personalmente
debo admitir que tiene una gran dosis de humor, y es una película que tiene
correlación con las otras de los superhéroes de marvel y sobre todo con esas
escenas finales malditas, que si no están atentos se pierden de gran dosis de
información. Ver caras conocidas también es asombroso, ya que nunca me la
imaginé a Glenn Close en esta clase de film y ni hablar de Stan Lee y sus participaciones flash en los films (viejo verde!) Diversión, música, mucha historia,
personajes con personalidades únicas, llamativas y poderosas, que te atrapan.
Es de esa clase de películas que de verdad no debes perderte ni un diálogo, ya
que es capaz de abrirte la cabeza para dejar cabos atados o peor aún: cabos
sueltos. Sinceramente no pensé que iba a ser tan buena película y tampoco pensé
que iba a estar esperando la secuela con ansias.
- Puntaje 8/10 a los queridísimos Guardianes de la Galaxia, en especial a Groot bailando bebé, escondiéndose de Drax. Y eso sí, no sean boludos como yo y vayan a verla subtitulada!
Natalia Beroiz