El Hobbit

lunes, 5 de enero de 2015



Creo que no estoy equivocada al afirmar que el 98.7% de las personas que fueron este primer fin de semana del 2015 al cine fueron a ver la última parte de la trilogía de El hobbit. Y es que dejo un pequeño rango de error por las dudas y para hacerme la humilde nomás. Pero lo cierto es que los enanos, el hobbit, los elfos, los orcos y los humanos, llegaron para darle fin a esta interesante historia.

Bilbo Bolsón fue interpretado por el magnífico Martin Freeman (Love Actually, Sherlock), un hobbit que lleva una vida tranquila y normal en La Comarca, hasta que llega Gandalf (viejo conocido nuestro de las tres películas pertenecientes a El señor de los anillos) y le hace una propuesta a Bilbo: si estaba dispuesto a trabajar con él en una gran aventura. Claro que esto fue rechazado en seguida por el Sr. Bolsón, ya que era algo demasiado y nada común para un hobbit. Hasta que la llegada de los enanos y la insistencia de Gandalf hacen que Bilbo pierda la cabeza y se muera de ganas de ir tras la aventura… Una que consiste en tan solo un libro de Tolkien, pero que Peter Jackson se encargó de dividir en tres películas: Un viaje inesperado; La desolación de Smaug; La batalla de los cinco ejércitos. ¿Hacemos un vistazo rápido por las primeras dos pelis para recordar?


El Hobbit: Un viaje inesperado
La primer parte de esta historia consistió prácticamente en revivir un poco del comienzo de “El señor de los anillos: La comunidad del anillo”, con la aparición de Frodo quien está junto con su tío Bilbo, el cual ya no tiene ganas de festejar su cumpleaños, pero eso no implica que en La Comarca no se esté preparando una gran fiesta. La película comienza con el recuerdo de Bolsón acerca de su aventura, el día de la fiesta, antes de hacerse el canchero con el anillo allá por el año 2001.  

Cuando empieza a recordar, Bilbo cuenta su historia que comenzó con una charla que tuvo con Gandalf, para luego pasar a la parte en donde es visitado por los enanos al anochecer y básicamente arrasan con toda su alacena. Entre varios sí y varios no, Bolsón decide aceptar el pedido del mago y acepta aventurarse para ser el futuro saqueador. En esta película cabe destacar que vuelve un viejo amigo: Gollum. Lo que nos acerca al encuentro del señor Bolsón con el anillo por primera vez, y cómo decide usarlo con buenas intenciones, no perdiendo la cabeza. Sin embargo su elección es ocultar este hecho de todos los enanos e inclusive de Gandalf.

El recorrido sigue, comienzan los primeros desafíos, y todas las hazañas empiezan a ser momentos de nervios, curiosidades, miedos y valentía por parte del hobbit. Los efectos especiales y los paisajes de Nueva Zelanda nos vuelven a enamorar una vez más. El final, sin spoilear algo que hoy por hoy es de común conocimiento, con el dragón Smaug despertando creo que es ese momento de cosquilleo que nos deja en busca de más información.


  • Si tengo que hacer una puntuación (2 años después del estreno) le daría un 7/10.
Me encantaron los efectos, el paisaje y el comienzo y prácticamente la escena final, pero de las tres películas, ésta fue la que más me aburrió.
 

El Hobbit: La desolación de Smaug

Es complicado ser racional cuando la voz de Smaug es la de Benedict Cumberbatch y sí, el fucking dragón no aparece hasta casi terminar la película pero es que… BENEDICCTTTTTTT (momento fangir in love). Okey, me calmo. La segunda parte de esta trilogía consiste en seguir el camino de los pequeños enanos y el hobbit pero ya casi sin Gandalf quien recibe órdenes de Galadriel, los pequeños habitantes de la edad media deben seguir su camino solos sin ayuda, y se enfrentarán a nuevas aventuras cada vez más complejas.

Luego de una lucha bastante asquerosa (que consiste en resistir a arañas enormes, primeramente) los viajantes son apresados por un pequeño ejército mandado por Légolas (Orlando Bloom, of course) y Tauriel (Evangeline Lilly, Lost), para luego ser llevados a territorio élfico, donde Thorin rechaza los planes de Thranduil. Quilombillos de amor, odio, traiciones y nuevas alianzas son los tópicos predominantes en esta parte de la historia, hasta que arriba Bardo, un arquero que es padre soltero con tres hijos, que vive en la Ciudad del Lago. 


Esa ciudad va a ser la última que pisarán los enanos antes de llegar a la Montaña Solitaria,  donde el final de este segundo film consistirá en la charla que hay entre Smaug y Bilbo, antes de que el dragón se alce al cielo y empiece a hacer destrozos.

Esta segunda entrega me encantó, me entretuvo en todo momento, y disfruté mucho a los elfos, enanos y la historia de Bardo.


  • Puntaje para la segunda peli de la trilogía: 9/10



El hobbit: La batalla de los cinco ejércitos
Aquí llegó la diva de la noche. La película que se estrenó mundialmente a partir del 17 de diciembre del 2014 pero que aquí en Argentina llegó el primero de enero. Ya el título de la película lo dice todo. Cinco ejércitos lucharán por las riquezas que posee el Castillo de Erebor. Los humanos (luego del momento de gloria de Bardo) se van a aliar con los elfos. Los enanos se van a refugiar en el castillo, bajo un hechizado y cegado Thorin que se niega a entablar relaciones de paz, pero quien va a tener a su primo como aliado, que llega a la batalla con un gran número de enanos muy bien uniformados. Además a esta lucha se suma el ejército de Azog, y otro ejército más de orcos y criaturas bastantes feas. 

Antes de la gran batalla, Gandalf es rescatado por Galadriel, Saruman y Elrond, en una pequeña disputa con espíritus bastante alarmante, y que da los pies iniciales  a la historia de El señor de los anillos. Luego, el mago gris cabalga velozmente para intentar razonar con Thorin, Thranduil y Bardo y detener la guerra. Una reunión que toma un giro interesante con la llegada de Bilbo y un acto del hobbit lleno de valentía. 

Lo que más debo rescatar de esta última entrega es que entabla muchos guiños para la trilogía del anillo, es decir, que como una precuela está hecha de una forma muy detallista aunque al mismo tiempo sutil. La batalla no fue de lo mejor, tiene sus momentos, pero pensé que iba a correr mucha más sangre y que iba a ser más violenta, tal vez por una malacostumbre que adopté de Aragorn.  Me entretuvo bastante, pero sentí que le faltó un poco de acción para ser el gran final. Creo que las grandes frases de esta última entrega fílmica, recaen en la última conversación entre Thranduil y Tauriel (que no voy adelantar nada así se las dejo picando, pero me encantó). Y también debo darle unos puntos extras por la pequeña charla entre hijo y padre, entre Légolas y su progenitor.


  • Puntuación: 8/10
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No voy a dudar ningún segundo al decir que creo que Jackson lo hizo muy bien, desde el lado de director y como planificador de la futura economía de Warner, ya que una cosa es hacer una película por libro y otra muy diferente es hacer tres películas de un libro. No se perdieron detalles, explotaron todo paisaje disponible y usaron grandes efectos especiales (aunque la carita de Orlando Bloom intentó ser modificada para parecer más joven, sin éxito, ya que salió más baqueteado pobrecito). Tuvieron un éxito global, y para los fans de la edad media creada por Tolkien creo que fue un regalo interesante y especial, que tardó en llegar (nueve años después) pero que trajo frutos para todas las edades y para todos los gustos. Igualmente… Me esperaba una batalla más interesante, me la dejaron picando.

  • Puntuación final para la trilogía: 8
Escrito por Natalia Beroiz