Whiplash: Música y Obsesión

martes, 24 de febrero de 2015



Reseña hecha por @JuliBlack

Mi reseña es una de esas películas que si no la viste no te llama la atención, ni le pones ni una ficha a tu prode del Oscar, pero ahí está presente, en la lista de las 8 nominadas a mejor película y te cuento porque se merece estar ahí. Les aclaro desde ya que siendo músico esta película tuvo un valor agregado para mí, por lo que voy a tratar de darles un punto medio entre mi visión personal y la visión más objetiva.

 
Reseña
Un joven baterista de jazz, llamado Andrew e interpretado por Miles Teller, trata de hacerse lugar en la escuela más prestigiosa de música en EEUU cuando un día es observado y puesto a prueba por el más famoso director de orquesta de ésta, TerenceFletcher (J.K. Simmons). La película nos lleva por un camino que recorren estos dos personajes cuando Andrew descubre que su nuevo profesor tiene una personalidad y métodos poco ortodoxos para empujarlo a él en su sueño de ser el mejor baterista de jazz que el mundo ha visto en años. 

Opinión
Bien acá es donde se me complica la objetividad pero vamos a tratar de dar todo el espectro:

Lo maravilloso de esta película es cómo se te mete adentro, te tiene activo y con el cerebro trabajando todo el tiempo. La sensación de ansiedad, estar moviéndome en mi asiento del cine todo el tiempo y sin poder apoyar la espalda no se me va más. Es una película muy activa, con una gran dinámica lograda gracias a la mezcla perfecta entre una gran banda de sonido 100% jazzera y con un montaje que se amolda a esa música de manera perfecta. Oscar a Mejor Montaje totalmente merecido.

La película no por nada se llama “Música y Obsesión”. Es un viaje entre dos personajes principales (más allá que uno sea “de Reparto”) que se están retroalimentando todo el tiempo. Ambos son obsesivos y harían lo que sea para lograr su sueño aunque esto requiera ser un abusivo o dejarse ser abusado. La bronca, el dolor, la moral o la ética, ambos personajes deciden dejarla a un lado por algo más grande. 

Siendo esto así, un factor agregado que yo le encuentro, pero que es digno de debate, es que al ser músico uno sabe lo que se siente esa obsesión por ser mejor en tu instrumento o cuando algo no te sale y no paras en todo el día hasta lograrlo. Ser músico en muchos casos te pone en obsesión de ser mejor. Pero también creo que esta obsesión se aplica a cualquier hobby o profesión y por eso creo que si buscamos más profundo que quedarnos con el “Es una película de un baterista.” podemos encontrarnos a nosotros mismos sea lo que sea que hagamos.

Ahora hay un punto que no nos podemos olvidar y es que para que esta película genere lo que busca generar necesita un ingrediente importantísimo: dos actorazos. La química que lograron Miles y J.K. es invaluable y arman el ambiente perfecto que necesita la película, la tensión, las conversaciones relajadas todo está hecho en el nivel adecuado. Pero nadie te va a negar que J.K. Simmons no les pasó el trapo a todos este año. La actuación de Miles es fantástica pero cada vez que tiene una escena con J.K. Simmons este se roba toda la atención y los aplausos, su manejo de movimientos, expresiones faciales y voz es francamente perfecta. Su Oscar a Mejor Actor de Reparto no estaba cantado porque sí.

  • Puntaje personal: 9/10
    • Probable de la Academia: 7/10