Reseña #58 // Tal como somos (See me)

sábado, 27 de agosto de 2016


Está siendo un sábado lluvioso, hermoso, divino y acabo de levantarme de la siesta... Tenía que decirlo. Mil disculpas por tardar en postear, la verdad es que tardé por algo muy tonto: no le había saco foto al libro. Sí, eso. Real. Porque este post lo tengo terminado hace días al igual que el siguiente que va a venir. Así que mil disculpas, es algo tonto, pero estos días ando a mil por hora. 

Hace un montón que no me siento a leer algo de Nicholas Sparks, y eso que aún tengo un libro de él hace fácil dos años sin leer, guardado entre el gran pilón de lectura pendiente. Pero como a más de uno le debe suceder, cuando está en una librería (o en este caso en un supermercado) ve un libro tan lindo y que les llama la atención, llega el momento en el que...

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Esta vez Sparks me sorprendió con una no tan dramática historia de amor. Algo que tengo que destacar porque confieso que dejé de leerlo un poco, por haber matado/arruinado muchas historias “perfectas” de amor. Se me estaba volviendo reiterativa la fórmula que selló el autor en varios de sus escritos, que no paraban de reflejar lo mismo: el pasado y el presente mezclado + una historia de amor y perdón +muerte de alguno de los protagonistas. Demasiado cliché a mi gusto después de leer como cinco o seis libros de su autoría.  

En esta ocasión nos encontramos con la historia de María Sánchez, hija de inmigrantes mexicanos, abogada, excelente hija y hermana. La dulzura e inteligencia son características centrales en esta joven que trabaja en una empresa con un gran buffet de abogados aunque no es un ambiente del todo agradable. Pareciera que tiene una vida casi perfecta, a excepción de varios fantasmas del pasado que aún la atormentan en el presente. En la otra cara de la moneda está Colin Hancok, un joven problemático. Desde muy chico que tiene problemas de comportamiento y de violencia, algo que le terminó costando un buen tiempo de rehabilitación, prisión e incluso hasta alejamiento de su familia, con la que no se lleva muy bien. El nuevo Colin está estudiando con intención de ser maestro, a su vez realiza un gran entrenamiento corporal buscando aplacar esa sed de violencia que se autogenera.

Dos personas totalmente diferentes entre sí. Casualmente se encuentran en una carretera de noche, con un escenario lluvioso y frío, haciendo que éstos se conozcan y comiencen un camino sinuoso juntos. El pasado de ambos se verán mezclados y entrelazados  poniendo muchas trabas a una relación que apunta al perdón de uno mismo, el aprendizaje de la vida y el cariño, con protección, de un verdadero amor.


A simple vista les va a parecer que sigue repitiendo la misma fórmula Spark, de hecho lo hace, pero no de forma tan igualitaria a otras de sus obras. Como ya les adelanté, me sorprendió la falta de dramatismo extremo que hay en esta novela. Lo que se destaca son las personalidades simples de los protagonistas, una trama un poco predecible a medida que se va desarrollando la historia, y ni hablar del condimento final que también se volviendo obvio. A diferencia de otras veces tengo que admitir que quedé más contenta con algunos personajes secundarios que con los principales, ya que le dieron otro color a la historia, haciéndola más llevadera y descontracturándola. Sumando en aquellos lugares donde tal vez estaba restando.


Si son lectores frecuentes de Khaleesi sabrán que me encantan los condimentos psicológicos a la hora de leer. Este libro contiene un poco de ellos logrando así disfrutar la trama con más atención a aquellos detalles psicoanalíticos. No son desbordantes como me hubiese gustado, pero sí interesantes.

No creo para nada que sea la mejor historia de amor que haya creado Sparks, pero sí creo que es un poco diferente y light con respecto a lo anterior que leí de él. Ideal para pasar el rato.


Puntuación
¡Buen finde!
Nati