Reseña #80 // El oficio del mal

jueves, 31 de enero de 2019



¡Oficialmente le damos la bienvenida a la primera reseña del año! El oficio del mal es un libro que leí casi terminando el 2018 y del cual quedé maravillada. Por lo que decidí tomarme el tiempo necesario para estar tranquila y dedicarme a hacer una reseña como de verdad corresponde.

En un paquete misterioso que ha llegado a la oficina, Robin Ellacott encuentra, horrorizada, una pierna de mujer. Su jefe, el detective privado Cormoran Strike, se muestra tanto o más sobresaltado ante el hallazgo, aunque mucho menos sorprendido. Hay cuatro personas de su pasado que podrían estar involucradas en el envío, y Strike sabe que todas ellas son capaces de actuar de una forma tan cruel y abominable.

Mientras la policía se concentra en la única pista que Strike ya ha descartado, este y Robin deciden investigar por su cuenta y se sumergen en el mundo siniestro de los otros tres sospechosos. Pero cuando varios hechos igual de aterradores empiezan a sucederse, Strike y Robin se dan cuenta de que el tiempo se les agota por momentos...

Además de una trama de suspense ingeniosamente construida y repleta de giros inesperados, El oficio del mal nos ofrece una historia apasionante sobre un hombre y una mujer en una encrucijada tanto personal como profesional. Un libro que te atrapa hasta la última página.

Robert Galbraith es el seudónimo que decidió J.K.Rowling utilizar para lanzar una nueva saga de libros que tiene un temática de crímenes y detectives, orientada al público adulto y dejando bien atrás a su literatura fantástica. Esta nueva aventura literaria comenzó en el año 2013 con la publicación de The Cuckoo's Calling (El canto del cuco, editado en español por la editorial Salamandra). Le siguió The Silkworm (El gusano de seda) en el año 2014. Luego llegó Career of Evil (El oficio del mal) en el 2015 y por último, hace tan solo unos meses atrás se publicó Lethal White (2018) el cual todavía no ha sido traducido en español.

Hace mucho tiempo les traje al blog una reseña de El canto del cuco cuando lo leí en español y de The Silkworm cuando lo leí en inglés (costó y costó bastante). Más allá de que aprovechando un viaje me compré una versión preciosa hardback de Career of Evil, tuve toda la intención del mundo de leer de continuar la lectura en la lengua anglosajona, pero esto mezclado con el poco tiempo que podía dedicarle a la lectura por placer en medio de la cursada, me hizo abandonar el libro. El año pasado, en una de mis interminables visitas en el local de Yenny que queda a dos cuadras de casa, decidí comprarme la versión en español del tercer libro de Galbraith y francamente me odié por no haberlo leído antes.

Francamente hago todo mi esfuerzo para ser parcial y hablar sin mezclar lo que siento por la escritura en general de Rowling. Así como amé toda la saga de Potter, odié con todo mi ser Una vacante imprevista (The Casual Vacancy, 2012), me pareció un chiste su publicación. Sin embargo con la saga que sigue publicando bajo el seudónimo de Robert Galbraith no puedo tener queja alguna. En cada libro que leo, más me gusta este clase de literatura. Siento que la pluma de la autora envuelve al lector y crea tensión ahí donde es necesario, sin abusar del recurso.

El oficio del mal es un libro muy oscuro. Esta vez el más oscuro hasta ahora (y hablo sin haber leído Lethal White). La autora no se privó del terror y la oscuridad dentro de la trama. Robin empieza a tener un poco más de protagonismo en la historia, colaborando cada vez más en este caso en conjunto con Comoran, a tal punto que se ve involucrada en varias situaciones de riesgo, en donde pondrá su vida en peligro. Para la joven asistente esto no es un problema, es más: el frenesí y la adrenalina la llenan de vitalidad. Parte de esto se debe a sus problemas de pareja, justo antes de casarse. La tensión sexual y hasta amorosa que hay con Cormoran se va haciendo más notoria.

El recurso de que el misterioso asesino es ya conocido y no una revelación, hace que el último efecto sorpresa no sea tan sorpresa. Sin embargo me di cuenta que es un recurso dentro de la escritura de Jo que la hace propia y marca su sello personal. Lo mismo hacen autores como Nicholas Sparks y Dan Brown, quienes hacen un mismo estilo de narración, que por lo general se conectan con varios factores reiterativos.

Sin embargo, lo que no me esperaba para nada era el factor miedo. Acá no hay villanos ni superhéroes, hay gente que tiene maldad y que cosas con muchísima maldad y sin remordimiento. Crudas realidades y pasados tormentosos. Por otro lado tenemos a una especie de “héroe” que está muy lejos de serlo ya que prácticamente su vida es un desastre, cada vez tiene menos trabajo, su economía nunca pudo haber sido peor y para colmo su asistente, su mano derecha, básicamente la única compañía femenina que tiene en ese momento, se le escurre de las manos.

No dudo al decir que El oficio del mal me sacó de mi zona de confort. No pude ni tampoco quise parar de leerlo. Es un libro que te mantiene alerta de principio a fin. Es más… ¡El final totalmente abierto te desespera! No me interesa si quiere ser J.K.Rowling o Robert Galbraith, lo que sí me interesa es que las historias de Cormoran Strike con el tiempo se conviertan en un antihéroe sherlockeano que venga a quedarse en la literatura policial y pise fuerte.

Una parte de mi personalidad lectora se había olvidado lo que es leer esta clase de libros: me asusté, en muchos momentos me asusté y cada mínimo ruido que había en la habitación en la que estaba leyendo lograba inquietarme por la compenetración que tenía con la lectura. Si El canto del cuco te gustó, pero El gusano de cera no tanto, no te prives de leer El oficio del mal. Es el tercer libro de esta nueva saga y lo recomiendo sin dudar.