Reseña #112 Una canción salvaje

lunes, 12 de agosto de 2019

Libro: Una canción salvaje
Género: Ficción young adult
Autora: Victoria Schwab
Editorial: Puck (sello juvenil de la editorial Urano)
Colección:  Monstruos de Verity #1 (es una bilogía)
Número de páginas: 416
Formato: Rústica con solapas
Edición: 2018

Sinopsis
Kate Harker quiere ser despiadada como su padre. Tras cinco años en los que pasó por seis internados, al fin regresa a casa para demostrar que puede serlo. 

August Flynn quiere ser humano. Pero no lo es. Es un monstruo, capaz de robar almas con una canción. Es uno de los tres monstruos más poderosos de una ciudad plagada de estas criaturas. El arma secreta de su propio padre. 

Su ciudad está dividida. 
Su ciudad está desintegrándose. 

Kate y August son los únicos que pueden ver ambos lados, los únicos que podrían hacer algo. Pero ¿cómo te decides a ser héroe o villano cuando es tan difícil distinguirlos? 

Opinión personal 
Kate Harker (tal como nos adelantó la sinopsis) es una joven con pocos sentimientos. Su personalidad fría, calculadora y hasta en algunos momentos pedante, hacen de ella una joven que tiene todos los aspectos necesarios para convertirse en alguien muy importante en su ciudad natal. Pero antes de lograr su cometido debe enfrentarse a su peor enemigo: su padre, quien es nada más ni nada menos que el gobernador del norte de la ciudad. En los últimos años la joven Kate ha pasado de internado a internado, siempre haciendo estragos para que su padre la fuera a buscar. Kate está cansada de ir saltando de un lado a otro, ella quiere volver a su hogar, a pesar de que éste no es lo mismo desde que su madre falleció en un trágico accidente. Luego de mucho esfuerzo (y mucho caos) consigue volver a Ciudad V. 

Paralelamente a la historia de Kate, tenemos la historia de August. Quien no es un chico muy normal que digamos. De hecho August es un monstruo, no lo quiere ser, pero lo es. Su sueño de ser humano está muy lejos de su alcance. Es también uno de los hijos adoptivos del gobernador de la parte sur de la ciudad. August constantemente le está pidiendo a su padre que lo deje ayudar en alguna misión, ya que sus hermanos mayores son los únicos que sí pueden salir del hogar a luchar y comandar misiones. Cuando por fin llega su momento de gloria, no es para nada lo que se imaginaba: August tiene que ir a la preparatoria, infiltrarse y seguir todos los pasos de Kate Harker, la hija del gobernador del norte, enemigo número de uno de su padre y de él mismo, quien regresó a la ciudad luego de cinco años. 

A partir de aquí se va desarrollando una historia de traición familiar, luchas de poder, habilidades sobrenaturales y descubrimientos alocados. Este mundo fantástico posee los monstruos más inteligentes, superdesarrollados y originales nunca antes leídos en un fantasy juvenil. No se puede circular por las calles sin tener cuidado, uno nunca sabe cuando puede terminar siendo víctima de algo impensado, en una ciudad que está prácticamente en ruinas y donde dos gobernadores diferentes se disputan el futuro de los humanos y los monstruos.

Una canción salvaje no es para nada una historia de amor y unión. Por lo menos esta primera parte. Sí es una historia de odio, traición, dolor y oscuridad. Un sello latente de lo que viene escribiendo Victoria Schwab hace muchos años. Esta bilogía se compone, en este primer tomo, de una presentación exhaustiva de los personajes y del contexto social en el que se encuentran. La originalidad que tiene la autora para definir y personificar a los corsai, malchai y sunai es excepcional. Los monstruos de Verity son únicos y se destacan por horrorizar y al mismo tiempo asombrar al lector.

Me encontré con Una canción salvaje en pleno descubrimiento de su autora, Victoria. No es la primera vez que vengo con una reseña de algún libro suyo, porque a medida que la leo voy descubriendo que es una autora que se reinventa, pero siempre en el fondo hay oscuridad. Este es uno de los libros más oscuros que leí de ella. No tanto como Una obsesión perversa pero casi. Se acerca bastante.

En lo personal a veces sentí un poco forzada la personalidad de Kate. Es obvio que buscar ser una anti-heroína y ni de cerca ser una damisela en apuros, pero creo que su personalidad tan dura está un poco forzada en la historia. Tal vez la autora  tendría que haber dedicado un poco más de páginas a su historia personal, como para poder entender del todo por qué es tan complicada. A pesar de que le sobran motivos, ya que su padre es terrible con ella y terrible con todas sus acciones que envuelven a la ciudad de la que es gobernador. Sin embargo, creo que hay una luz de esperanza por ahí en Kate. No sé hasta qué punto es tan oscura y malvada. Por otro lado, August es un personaje que me dio muchísima ternura. Su relación con su familia adoptiva y sus debates internos están muy bien logrados y desarrollados. Me quedé con muchísimas dudas sobre su llegada a la familia Flynn y cositas sueltas, que espero poder saldar en Un dueto oscuro.  

Al principio se me tornó un poco pesada la introducción a la trama, pero una vez que enganché y el ritmo comenzó a ser más dinámico, la acción te va transportando a una historia tan fría y dura, que es muy difícil dejarla a un lado. El dolor, la monstruosidad, la música, la muerte, son condimentos que la autora desarrolla con pasión en cada una de las páginas que componen esta primera parte de la trama. Si están buscando un libro de acción, misterio, sobrenatural, en donde no haya amor ni cariño, ni tampoco noviazgos, es una historia ideal. Destaca por ser diferente y atractiva. En varios momentos me asusté y horrorice. 

Iba a comenzar con la segunda y última parte de la historia, pero llegó a mis manos Una venganza mortal... Así que prioridades son prioridades. Sin embargo, en el correr del mes tendrán la reseña del final de la historia de los monstruos de Verity. 

  • Mi puntuación para Una canción salvaje es de 3/5