Reseña #131 23 otoños antes de ti

jueves, 2 de enero de 2020


Libro: 23 otoños antes de ti
Género: Romance/Ficción
Autora: Alice Kellen
Editorial: Titania (sello de Urano)
Colección: Segundo libro de la trilogía “Volver a ti”
Número de páginas: 288
Formato: Rústica con solapas
Edición:  2019

Sinopsis
Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. O al menos eso fue lo que Harriet Gibson pensó tras conseguir casarse allí con Luke Evans, el primer desconocido que se cruzó en su camino. Esos papeles matrimoniales eran todo lo que necesitaba para cobrar la herencia de su padre.
Sin embargo, todo se complica cuando, dos años después, él da con su paradero y llega sin avisar al pequeño pueblo donde ella vive. Luke es testarudo y tiene la firme intención de conseguir el divorcio, pero Harriet no tarda en advertir que también es descarado, sexi y divertido; algo que termina siendo un camino tentador pero lleno de problemas. ¿Qué hacer cuando tu corazón toma la dirección equivocada?

«A veces, un lugar perdido en medio del mapa puede ser el detonante para encontrarse a uno mismo».

Opinión personal 
En septiembre les traje la reseña de 33 razones para volver a ti, el primer libro de la trilogía “Volver a ti”, que me reencontró con la literatura romántica y sacó el lado más oculto de esta humilde lectora. Y es que para serles franca estaba un poco peleada con el género romance los últimos años. Sin embargo, la primera parte de esta gran historia, que trata sobre la vida de Rachel y Mike (dos amigos de la niñez que se reencuentran años después), también nos habla un poco sobre Jason y Luke. Los dos mejores amigos de ambos protagonistas. Lo que hizo la autora, con la segunda y tercera parte de la trilogía, es contar la historia de estos dos muchachos.

En el caso de 23 otoños antes de ti tenemos la historia de Luke y Harriet. Ya en el primer libro de la trilogía nos enteramos que Luke se había casado en Las Vegas y nunca más pudo encontrar su “mujer” para solicitar el divorcio. Por lo que esta segunda parte, conocemos en profundidad a Harriet, quien resulta ser la misteriosa esposa y cómo se reencuentran años después los no-enamorados. 

Es común encontrar en Alice Kellen un mix de diversión, drama y amor. Estas tres premisas son las que destacaron en el primer libro y ya les confirmo que sucede lo mismo con la continuación. La historia de Harriet no es para nada feliz, tuvo una infancia y adolescencia muy dura y hasta ha tenido que sobrevivir a un aborto forzado. Su madre desapareció cuando ella apenas era una niña y su padre la maltrató todo lo que pudo. A pesar de su pasado, el presente de Harriet nos muestra a una muchacha muy dulce, con baja autoestima, que se apoya en sus mejores amigos. El gran sueño de ella es tener una pastelería, pero para poder cumplirlo necesita mucho dinero. Cuando una puerta se cierra, otra se abre y el destino parece estar a favor de la joven cuando su padre fallece y le deja una pequeña herencia. Claro que incluso metros bajo tierra, su padre no se la va a hacer fácil. Para poder acceder a ese dinero se tiene que casar. Es así cómo comienza la historia de Harriet: con la loca idea de sus amigos de que se vaya un fin de semana a Las Vegas, se case con el primer chico borracho que encuentre y pueda acceder al dinero. Todo sale a la perfección, cuando vuelve a su ciudad natal se pone en campaña para vender su casa, recibir el dinero de la herencia, mudarse a un lugar más acorde para ella y empezar a proyectar su futuro sueño.

El afortunado marido termina siendo Luke, quien tiempo después intenta acordarse qué hizo ese fin de semana junto a Mike y Jason y cómo puede solucionar su estado civil. Luego de mucha investigación, Luke termina llegando a la ciudad natal de Harriet y se encuentra con que su esposa es pastelera y vive en una casa que no combina para nada con el estilo de vida de él. Ambos jóvenes están pasando por momentos duros de forma individual. Por cosa del destino, Luke se encapricha y decide quedarse a vivir un tiempo con Harriet. En el caso de que ella no acepte esta condición, él solicita el divorcio en seguida, poniendo en riesgo el futuro monetario de Harriet. Este libro sucede luego del primer libro de la trilogía y casi en paralelo al último libro. 

La convivencia entre los dos chicos va a ser un tanto atolondrada. Mucho ensayo y error. Risas, peleas, malas palabras… Y es Luke muestra una forma de ser que no se aprecia tanto en el primer libro de la trilogía. Al principio quedé medio sorprendida, pero luego fui aprendiendo sobre su personalidad y no me desagradó, aunque al principio me costó entenderlo y aceptarlo como un posible personaje positivo. El problema del joven sus frustraciones. Se ha frustrado mucho en su corta vida, por lo que su filosofía no encaja mucho con la de Harriet, pero es inevitable que el tiempo pase, que el uno aprenda del otro y juntos comiencen a desarrollar una accidentada historia de amor, en donde además encontramos a personajes ya conocidos. 

Este libro me hizo reír muchísimo. Lo disfruté un montón, a pesar que al principio la personalidad de Luke la detestaba. Con el tiempo aprendí a entenderlo y a tenerle paciencia. También a comprender todas las faltas de Harriet y cómo de a poco estaba intentando obtener un poco de aquello que fue perdiendo junto a su padre. Es una historia de amor distinta, de la que se aprende mucho, con la que te angustias otro tanto y además te reís un montón. En ningún momento la lectura se me hizo pesada o difícil. Todo lo contrario. Incluso me encantaría que el libro fuera el doble de extenso. 

Como siempre, la autora logra hacer que el lector se quede con ganas de más. Cuando un libro logra hacerte sentir así, desde una perspectiva positiva, para mi quiere decir que la autora viene haciendo muy bien su trabajo.

  • Mi puntuación para 23 otoños antes de ti es de 4/5