Reseña #196 Dos chicos besándose

lunes, 11 de enero de 2021


Reseña de Natalia Beroiz
Libro: Dos chicos besándose 
Género: Ficción YA
Autor: David Levithan
Editorial: V&R
Colección: Autoconclusivo
Número de páginas: 272  
Formato: Rústica 
Edición: 2016

Sinopsis
Harry y Craig tienen 17 años y están a punto de embarcarse en el beso más largo de la historia. No solo quieren romper el récord mundial, sino que también buscan generar conciencia en la sociedad, mostrarle que no hay nada de malo en que dos chicos se besen.

Mientras los rodean las cámaras y una multitud, que los apoya tanto como los repudia, Harry y Craig logran llegar a las vidas de otros jóvenes que se encuentran lidiando con su sexualidad. Cada uno de ellos la transita de una manera distinta; algunos con aceptación y otros con tanto dolor que están al borde del abismo.

Narrada por un coro de voces que representa a la generación que perdió la batalla contra el sida, Dos chicos besándose es una novela esperanzadora sobre la igualdad y la libertad. David Levithan nos muestra que la esencia del ser humano siempre es la misma, sin importar si nos gusta un chico o una chica.

Opinión personal 
Un gran error que vengo arrastrando desde la adolescencia: no haber leído nada escrito por David Levithan hasta ahora. A veces era por no caer en esas “lecturas del momento” y querer destacarme por traer algo diferente a lo que mostraba la mayoría. Otras veces, era la cuestión económica, ese difícil momento en el que estás en una librería y te querés comprar absolutamente todo pero tenes que elegir solamente 1 libro para poder llevarte. Por a o por b, he venido atrasando mi encuentro con la prosa de Levithan hasta que recibí de regalo este maravilloso libro que me hizo arrepentirme de no haberlo leído años atrás.

Dos chicos besándose es una maravillosa historia, de poquitas páginas pero con muchas frases y situaciones que invitan al lector a la reflexión y a emocionarse al borde de las lágrimas. Por un lado tenemos la historia de Harry y Craig, dos amigos que tuvieron un pasado amoroso y una ruptura un poco difícil. Sin embargo, optaron por mantener la amistad (aunque con cierta dificultad) y proponerse a batir un nuevo récord sobre el beso más largo del mundo. Esta meta a cumplir está cargada de sentimientos y compromisos, no solo por ellos, sino por todos aquellos jóvenes homosexuales que todavía no pueden manifestar su orientación sexual por el prejuicio de los demás. En paralelo a la historia de Harry y Craig, vamos conociendo otros personajes que tienen que enfrentar sus propios demonios para poder ser realmente libres, a lo largo del libro iremos viendo algunas actitudes erróneas y acertadas con respecto a ellos, presentando así diferentes realidades de acuerdo al personaje y situación familiar.

Un dato curioso y llamativo, es el recurso que utilizó el autor para narrar entre la primera y tercera persona: las voces de todos aquellos que perdieron la batalla contra el sida. Personas, que hoy en día están en todas partes y entienden a esos jóvenes que sufren, a esos padres que pasan por un estado de confusión, de enojo, de amor y un sin fin de sentimientos más.

A pesar de que este libro ya tiene varios años de publicación (tanto en su versión en inglés, como en su traducción al español) uno tiene que admitir que las situaciones narradas son aquellas que lamentablemente siguen perdurando en el tiempo. Es muy habitual encontrar situaciones de rechazo, no solo por parte de la familia, sino por los amigos e incluso por gente aleatoria que uno se cruza por la calle, cuando queda en evidencia una pareja homosexual. Si hablamos de siglos, podemos admitir que hay una gran diferencia entre el siglo XX y el siglo XXI, no obstante, algo que tendría que ser considerado como normal y no visto de mala manera, sigue generando miradas de reprobación y manifestaciones de odio tanto de forma pública como privada.

Son reiteradas las veces que me imagino dando clases de literatura en un colegio secundario y recomendando libros al estilo de Dos chicos besándose. No solo para hablar de la homosexualidad, sino también del bullying, el odio y de la falta de información que existe sobre la educación sexual. Libros como este, deberían ser lectura obligatoria en los colegios abriendo un abanico de posibilidades para la curiosidad de los chicos y también, brindándoles un respaldo que tal vez no pueden encontrar en otro espacio. 

-Continúa. ¿Cómo reaccionaron los demás?
-Ah, ya sabes. Mamá lloró. Mucho. Don estaba enojado. No conmigo, en realidad,  sino con el fabricante por darle un hijastro defectuoso. A  mis hermanas, sin embargo, les pareció bien. Y también a la mayoría de mis amigos. Bueno, algunos se sacudieron un poco en sus primeras reacciones. Varios se preguntaban si yo estaba secretamente enamorado de ellos, lo cual fue solo cierto en un caso, que no resultó. 


Este libro de David Levithan merece ser leído por todos y para lectores de diferentes edades, a pesar de que está dirigido para un público de entre 13 y 18 años. Desde mi perspectiva, no importa si sos adulto: leelo, maravillate con él y recomendalo o regálalo a aquellos jóvenes que sienten que no tienen un espacio o una oportunidad en este mundo. Creeme, podés llegar a marcar una gran diferencia.

  • Mi puntuación para Dos chicos besándose es de 5/5.