Reseña #186 Transradio

miércoles, 16 de diciembre de 2020

 


Reseña de Natalia Beroiz
Libro: Transradio
Género: Ficción
Autora: Maru Leonhard
Editorial: Cia. Naviera Ilimitada Editores
Colección: Autoconclusivo
Número de páginas: 144
Formato: Rústica con solapas
Edición: 2020

Sinopsis
Huir de Capital. Regresar al pueblo de su infancia. Esa parece ser la única salida. Isabel no logra superar la pena inmensa que siente y seguir adelante, necesita irse. Solo eso le pide a Martín, que se muden un tiempo al pueblo donde creció, a ese caserío al costado de la ruta rodeado de campo y nada más.
La casa de sus padres, ahora solo habitada por fantasmas, le despierta recuerdos que se mezclan con el dolor de los últimos meses, pero también con lo que su imaginación completó a lo largo de tantos años de silencio. La vez que casi se ahoga en una zanja, el último verano que vivieron allí, la noche de la inundación, el día en que vio a su mamá por última vez. Lo que no sabemos lo inventamos, lo que no nos gusta lo embellecemos, lo que nos consuela lo magnificamos, lo que duele… ¿qué se hace con lo que duele?
En esa búsqueda, Isabel de a poco irá dejando entrar en su vida a los vecinos del pueblo. Con gran habilidad, Maru Leonhard logra descubrir en ellos eso que convierte a un personaje común en uno extraordinario y complejo, completamente alejado de cualquier estereotipo. Imperceptiblemente se irán transformando para Isabel en catalizadores de sus duelos, en la posibilidad de cotejar su memoria, de que le hablen de su madre, de encontrar cómo seguir, y así limpiarse el barro del dolor, cambiar la piel bajo el sol del verano. 

Opinión personal 
A simple vista muchos se darán cuenta que mis reseñas de autoras/es argentinos es muy escasa. Durante este año hice mis primeras elecciones por decisión propia y los tres libros que leí eran muy distintos entre sí: pasé de Walter Sosa Escudero a Claudia Piñeiro y de ella a Maru Leonhard, una autora emergente que a mediados de año publicó su primera obra. Y vaya que me dejó asombrada.

Tenía en vista Transradio desde que salió a la luz allá por el mes de julio (si no me equivoco) a raíz de la publicidad y recomendaciones en varias redes sociales. Por cosa del destino, en septiembre empecé a cursar una materia en donde teníamos que crearle una identidad digital a un autor y mi grupo de estudio se decidió por Maru. No era obligatorio leer el libro pero para mi fue la excusa perfecta para comprarlo y además, confieso que al final me ayudó bastante para la cursada.

Transradio es un libro corto e incómodo. A veces cuando me siento a pensar si en algún momento voy a tener la cabeza tranquila como para sentarme a escribir, siempre imagino creando una historia corta pero que logre provocar algo en el lector, un sentimiento, una experiencia que le afecte en lo más profundo de su ser. Y algo por el estilo me pasó con el libro de Maru. 

-Te fuiste -lo empujé. Volví a agarrar la lata, él me la arrancó de las manos. Forcejeamos pero cedió. Aspiré de nuevo. Ceré los ojos justo cuando sentí el solvente subir a la cabeza. Los ojos comenzaron a pesarme.
-Vamos a casa, Isa. 

Isabel (la protagonista) tiene mucho de la autora y gracias a su relato podemos conocer e incomodarnos con un pasado reformulado a través de recuerdos pocos claros y de un presente doloroso que busca hallar una pequeña luz que salve a la protagonista de la desgracia. Volver al origen no siempre es la solución a los problemas, pero para Isabel, es una herramienta de conexión con sus padres, su niñez y aquellos recuerdos difusos y desdibujados que la marcaron. Tal vez, y solo tal vez explorando un poco hacia atrás, pueda encontrar un refugio para su dolor actual. En paralelo, Isabel deberá enfrentarse a los vecinos de Transradio, a las miradas recelosas de aquellos quienes la consideran un problema y una persona con poca inestabilidad emocional. 

Es poquitas páginas la autora demostró poder elaborar una historia que incomoda o remueve al lector, reitero esta idea porque creo que es fundamental entender cuando un libro causa algo en otro, cuando no es simplemente leer una historia y ya estar, sino realmente sentir en tu cuerpo alguna sensación distinta. No es una novela de amor, ni odio, simplemente una ficción diferente, que llegó al mercado editorial argentino emergente, para pisar fuerte. Sin duda alguna Maru tenía algo para contar y lo contó, de una forma explícita, ocultando ciertos detalles que se guardó en el camino para exhibirlos en el final, para poder así darle un cierre a la agonía y tristeza de la protagonista. 

Al no estar acostumbrada a este tipo de ficción, confieso que a veces la historia se me tornó dura y densa. Sin embargo, analizando retrospectivamente, no dudo al decir que fue un gran descubrimiento y que me abrió a un mundo de literatura argentina under, que quiero seguir explorando.  Y me refiero a “under” al hecho de que Maru es una escritora emergente y que tal vez duden al decidirse por comprar su libro sin tener referencias previas, pero para algo está este espacio, para descubrir nuevos escritores juntos y apoyar la industria nacional.

Puntuación: 4/5.